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FIMBA 2023 – Dia 5

El poder de la canción, tres miradas del universo folklórico y corales del Siglo XX

El magnetismo y poder de encantamiento del cantautor brasileño Paulinho Moska, el audaz abordaje del Guillo Espel Cuarteto de nuestra música de raíz, la potencia infinita del bandoneonista local Toby Villa y el exquisito menú del Ensamble Vocal Áurigae fueron algunos de los protagonistas de la quinta fecha de la edición 2023 del FIMBA (Festival Internacional de Música de Bariloche). La velada, contó con la presencia del secretario de Estado de Cultura de Río Negro, Ariel Avalos, quien visitó la ciudad lacustre para acompañar especialmente el desarrollo del Festival.

En ese plan, el repertorio cancionístico de la uruguaya Florencia Núñez, en sociedad con la barilochense Mica Miller, y la atractiva propuesta de la agrupación La fragua completaron la programación de este jueves 25 de mayo, durante el cual una muy buena afluencia de público logró ganarle la pulseada a la inclemencia climática.

Paulinho Moska y el poder de las canciones para reconstruir la memoria

Con sólo una silla de estilo flanqueada por dos guitarras, una a cada lado, por toda escenografía, las escenas del incendio voraz que el 2 de septiembre de 2018 destruyó el Museo Nacional de Río de Janeiro proyectadas sobre la inmensa pantalla de fondo del Teatro La Baita fueron el punto de inicio de las presentaciones de Paulinho Moska (a las 19 y a las 22).

Entre los testimonios que se sucedían, alguien habló del Brasil como “un país que quema su memoria, que no tiene mucha memoria”, mientras quedaban los escombros de lo que alguna vez había sido la residencia de Don Pedro II, el monarca que más tiempo reinó en el “imperio” vecino. Recién entonces, el cantautor brasileño entró en escena.

A partir de ese momento, su magnetismo y el poder de sus canciones se adueñaron del lugar. Primero, una explicación sobre el carácter de “Las guitarras Fénix del Museo Nacional”, un espectáculo atravesado por el recorrido de esos dos instrumentos rescatados de las cenizas por un bombero y luthier que empeñado en cambiar carbón por arte. Después, la música.

“Todo novo de novo”, “A seta e o alvo”, “Lágrimas de libertad”… Letras y músicas de diferentes momentos de su extensa carrera resignificadas para delinear una metáfora de un renacimiento.

“Las lágrimas y las tristezas son piedras preciosas para nuestras vidas”, dijo Paulinho, y siguió con su anecdotario de encuentros con Fito Páez y Kevin Johansen para continuar con “Hermanos”, “Que beleza, a beleza” y “Waiting for the Sun to Come”, en una suerte de recital bi, y por momentos trilingüe, cuyos climas fueron potenciados por un criterio de iluminación tan simple como acertado.

Entonces, en estado de perfecta conexión con el público, llegaron “Pensando en ti”, para la cual la voz clara y llena de matices de Moska contó con el acompañamiento de un tímido coro que bajó desde la platea y se prolongó en “Desde que o samba é samba”, en la recta final de un encuentro en el que la intimidad que culminó con una ovación que necesitó varios minutos para apaciguarse y perderse en el frío de la calle Moreno.

Tres miradas de un universo compartido

En tanto, a tan solo tres cuadras de La Baita, en el Centro de Arte, Ciencia y Tecnología, la agrupación La fragua en primer término, Toby Villa después y finalmente el Guillo Espel Cuarteto compusieron una especie de tríptico estilístico con la música argentina de raíz abierta a distintas influencias, como común denominador.

Con saludable desparpajo y una entrega generosa, la agrupación barilochense integrada por Patricia Di Matteo, Marcela Di Matteo, Alejandro Fatur, Guilermo Tolaba y Alejandro Bianco Dubini puso su formación de aerófonos andinos, flauta traversa, bombos ligueros, charangos y guitarra al servicio de su mezcla de folclore y rock argentinos con música de The Beatles.

Entre otros puntos sobresalientes, antológico solo de Charango para la harrisoniana “For You Blue”, en una suerte de mashup con «Rutas argentinas”, antes del remate del set con “With a Little Help from My Friends” como bis, con duelo de bombos incluido, ante la aprobación del público.

A continuación, el platense afincado en Río Negro Toby Villa y su bandoneón jugaron de locales, en una formación que se completó con violín, guitarra y bombo legüero, que se mostró ideal para un repertorio que de su particular versión de “Yo vengo a ofrecer mi corazón” enganchada con otra no menos de “Balderrama”, al gato “chamameceado” que cerró la presentación fue puente para un ida y vuelta constante con el público que colmó la sala.

En ese marco, el humor de Villa jugó un rol esencial para completar una atmósfera que entre chacareras y zambas invitó al baile, convirtiendo el espacio que mira al Nahuel Huapi en una peña en la que las parejas ocuparon cuanto espacio libre hubiera para agitar pañuelos. Y entre medio, el “Oración del remanso” de Jorge Fandermole, alguna huella y la satisfacción final de haber sido parte de una verdadera fiesta popular.

Entonces, la presencia del Guillo Espel Cuarteto sobre ese escenario aún efervescente puso en evidencia una vez más la amplia paleta estilística del FIMBA, donde los contrastes juegan en contra de nada y a favor de un recorrido musical que se enriquece en el contacto y la interacción.

Por eso resultó bienvenida la invitación del guitarrista y compositor para sumar a su formación integrada por Alejandro Becerra en chelo, Alejandro Guerschberg en bandoneón y Oscar Albrieu Roca en percusión, marimba y vibráfono a Miguel Ludueña, bombisto del grupo de Villa, para una memorable versión de La humilde, de los Hermanos Díaz.

Para entonces, Espel y los suyos habían puesto su música al servicio de una travesía por diferentes regiones de la Argentina, a través de “La baguala”, de Julio Argentino Jerez; la cueca del chileno Willy Bascuñan “Voy pa’ Mendoza” y “La nochera”, clásico de clásico que ofrece en la propuesta del grupo una mirada diferente, desbordante de matices y sutilezas.

También habían sonado “Otra latitud” y “Fabi”, dos piezas de Espel de gran belleza; y también “Salí al ruedo”, pieza en la que Albrieu Roca extendió su virtuosismo a la marimba, en igual medida en que Guerschberg y Becerra exhibieron el propio al mando de sus instrumentos, tanto en plan solista como en sendos duetos que a lo largo de “La interrumpida” y “Zamba azul” aportaron a una diversidad tímbrica que se volvió a enriquecer con el aporte de Ludueña para una personalísima versión de “La viuda” como bis y broche de oro del concierto.

Corales en la Catedral, canciones en La Araucanía

Bien temprano, el Ensamble Vocal Áurigae había inaugurado la jornada, llenando con sus voces cada rincón de la inmensidad de la arquitectura de la Catedral Nuestra Señora del Nahuel Huapi, con un repertorio que fue del estonio Arvo Pärt (“Solfeggio”) y el estadounidense Morten Lauridsen (“De Lux Aeterna”) a los argentinos Guillermo Giono (“La rai del guarango”) y Mario Witis (“Digo la mazamorra” – sobre letra de E. Agüero y música de P. Carabajal).

En el medio, y abordadas con una sobriedad que no conspiró contra la expresividad del colectivo de 17 voces, pasaron Tomás Luis de Victoria (“O magnum mysterium”), Francis Poulenc (“Cuatro motetes de navidad”) y Camilo Matta (“Verde Romero” en sintonía con “Blackbird”), entre otros compositores con base en el Siglo XX.

Poco después, a unos cuantos kilómetros de la notable obra ideada por Alejandro Bustillo, en La Araucanía, la cantante y compositora uruguaya Florencia Núñez desplegó parte de su repertorio, en un escenario compartido con la artista local Mica Miller, completando el cuadro sonoro de la fecha.

Cómo sigue

Este viernes 26 de mayo será el turno de la agrupación Antigua Camera, a las 18 en el Camping Musical Bariloche; Nano Stern y Fernando Cabrera junto al Ensamble de Cámara de la Orquesta Filarmónica de Río Negro saldrán a escena en La Baita a las 19 y a las 22; mientras que el escenario del centro Municipal de Arte, Ciencia y Técnología será para Los Taura, a las 20, Patagonia Tango a las 21, y Rodolfo Mederos junto al Ensamble de Cuerdas de la Filarmónica a las 22.

En una jornada marcada por una lluvia incesante que apenas dio respiro ya bien entrada la noche, el encuentro organizado por el Gobierno de Río Negro con apoyo de la Municipalidad de la Ciudad de Bariloche, Horizonte Seguros, Lotería de Río Negro y la Fundación Technes, y dirigido por Martín Fraile Milstein, director de la Orquesta Filarmónica de Río Negro, ratificó su condición de punto de encuentro de estéticas diversas.

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